Bertoldi acusó a juguera por los residuos en la barda
La empresa Levanamax SRL, dedicada a descontaminar suelos, nunca pudo operar porque Medio Ambiente le denegó la licencia.
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El intendente de esta ciudad, Javier Bertoldi, responsabilizó ayer a una empresa que elabora jugos concentrados de haber arrojado sus residuos en plena meseta y a unos metros del ingreso al autódromo. “Jugos del Sur se va tener que hacer cargo de remediar el suelo pero lo que queremos aclarar es que los elementos que se encontraron no son contaminantes, porque los usaba una empresa de productos alimenticios”, explicó.
El martes, este diario concurrió a la meseta a un predio de 2,5 hectáreas donde se documentaron cajas con productos químicos como ácido oxálico, sulfato de sodio, algunas bolsas de soda cáustica en perlas, y toneladas de restos de carbón activado ya en proceso de desactivación.Si bien los elementos son de uso de laboratorio y pertenecen a la industria alimenticia, los técnicos que trabajan en el Gabinete aseguraron que no se trata de residuos tóxicos, y desmintieron que pueda desatarse una contaminación.La polémica se produjo días atrás cuando Levanamax SRL -una empresa dedicada a remediar suelos- abandonó un predio que había reservado y custodiaba en la meseta para desarrollar esa actividad, a la espera de un autorización provincial. Sobre el proyecto de la empresa, Bertoldi dijo que “era muy bueno, pero teníamos muchas dudas. Es bueno que una empresa venga a remediar suelos, pero en este caso nunca pudo llevar el proyecto adelante”.
Según explicaron ayer los funcionarios del municipio, la firma nunca obtuvo la licencia ambiental que emite la Subsecretaría de Medio Ambiente de la provincia, razón por la cual debió abandonar el predio cercano al autódromo. “La empresa no tuvo nunca una autorización, estaba esperando una licencia ambiental”, resumieron ayer el director de Medio Ambiente del municipio, Emilio Zinigoj, y la asesora e ingeniera de ese sector, Elena Montoya.Descartaron que en el predio se hayan encontrado residuos patógenos, y aunque confirmaron que había frascos y cajas de la empresa Jugos del Sur SA y Sower SA (ambas jugueras), sostuvieron que los mismos no revisten toxicidad alguna. Denegaron la licenciaLa Subsecretaría de Medio Ambiente de la provincia, a cargo de Gustavo Bevaqua, -mediante la disposición 599/10 emitida el 8 de abril de 2010- rechazó el otorgamiento de la licencia ambiental para que opere Levanamax SRL.
El organismo provincial evaluó que la empresa no cumplía con las condiciones técnicas establecidas en la Ley Provincial 1.875, específicamente en el artículo 20 en los anexos II y III, que comprende los procedimientos de evaluación de impactos ambientales y las guía para estas presentaciones. El secretario de Gobierno de la comuna, Tomás Mooney, aclaró que el municipio “seguía de cerca” a la empresa, pero sostuvo que Provincia informó “cuatro meses después” del rechazo de la licencia ambiental. “No sabemos qué pasó en cuatro meses, porque recién el 10 de agosto la Subsecretaría de Medio Ambiente nos notificó de la disposición que había firmado el 8 de abril, por el rechazo a la licencia ambiental”, expresó el funcionario.
El municipio nunca entregó una tenencia precaria ni certificado de ocupación de tierras a la empresa, sino que se hizo una “reserva”, con la opción de que la compañía custodie el terreno, hasta que obtuviera la autorización provincial.Investigan “acuerdo de empresas”El secretario de Gobierno de la comuna, Tomás Mooney, explicó que se “está investigando” un presunto acuerdo informal entre Jugos del Sur SA y Levanamax SRL para que ésta última recibiera los residuos de la primera, sin autorización de la autoridad de aplicación de la Ley 1.875, de Medio Ambiente.
“No sabemos si las empresas tenían un acuerdo informal para recibir los residuos, es lo que estamos investigando. Pero la empresa nunca se pudo instalar y si hizo y si operó lo hizo fuera de la autorización legal”, sostuvo. Lo cierto es que el municipio adelantó que no financiará la remediación del suelo, ya que los desechos hallados en la meseta pertenecen a la juguera local, que ya tiene incumplimientos constatados por Medio Ambiente, por arrojar vertidos con alta temperatura al canal de riego. La denuncia la realizó hace unos cuatro años el Consorcio de Riego que se preocupó por la calidad del agua para regar los montes frutales.
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