ESQUEMA OLVIDADA

ESQUELA OLVIDADA

Y en alguna tarde lluviosa, de cara al otoño querida amiga, camarada: podríamos encontrar en algún bolsillo del imaginario “arcón de los recuerdos” una esquela olvidada la cual, por “fas o por nefas” nunca enviáramos…
Tal vez, si nos atreviéramos a pasarla en limpio nos tiemblen las manos…despertando la magia como la primera vez…

(Esquela)

Te estoy escribiendo: para no olvidarme que estoy recordando.
Para que mañana, al dejar la costa con rumbo a otros mares, nada quede suelto: ni un cabo en el agua… como la penúltima vez.
Te estoy escribiendo, mientras tu silueta se aleja con el viejo andén, que me está abandonando; y te quedas al norte, mientras el viento sur, violento y helado, me llama vehemente hacia otros arcanos…
Te estoy escribiendo malamente apoyado, en la camioneta que gana distancias entre las mesetas, con destino a la nada; en la certeza que tú no lo sabes porque al partir creímos: que estaba llegando.
Te estoy escribiendo en la estrecha mesita de un avión en vuelo, mientras se repite la ceremonia de “la mascarilla”; y ya entre las nubes me pierdo con rumbo preciso: hacia ningún lado…

Pasaron los años…

Y vuelvo a escribirte en la blanca pantalla con letras perfectas…
Ya no hay redondillas, ni pluma, ni aquella textura del papel telado.
Tampoco membrete, ni sobre, ni una antigua estafeta que me esté esperando.
Solo se conserva el perfume de rosas de la última tarde a la vera del río…
Y sin embargo, en alguna parte…tu nombre y mi nombre quedaron grabados…
¡Por siempre jamás!

Juan José de la Fuente