Cifras en mano, no ha existido mejor piloto de Fórmula Uno que el furioso y hábil alemán Michael Schumacher, ganador de siete campeonatos. Usted y yo, podemos argumentar a favor del inmortal Juan Manuel Fangio, de Jim Clark o de Ayrton Senna, pero lo logrado por Schumacher en cantidad de posiciones cabeza de parrilla, grandes premios ganados y cetros acumulados, es demoledor.En cada una de sus competencias, parecía Julio César en la conquista de Las Galias, imparable, majestuoso, con una voluntad sujeta-tempestades y un afán de superación incontrolable. Schumacher se retiró hace tres años dejando abierta la Fórmula Uno para Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Jeson Boutton.Todos parecen estar claros de que Schumacher no regresa por más fama y más fortuna, sino porque fuera de las pistas, siente que no vive, y esto lo ha confirmado su esposa, seguramente más preocupada que cualquier otro mortal por la toma de riesgos. Le gusta estar ahí, cierto, pero lo esencial es que se siente capaz de ser competitivo. De no ser así, no estaría retornando tan ruidosamente, ahora con Ross Brawn, corriendo para Mercedes, a los 41 años.Michael Jordan decidió salir de su primer retiro, convencido de que podría guiar a los Bulls a la conquista de más títulos en la NBA y cimentar su grandeza como el mejor de todos los tiempos; Niki Lauda, volvió al timón, después de un accidente escalofriante, seguro de no tener miedo y contar con la capacidad requerida. Tan es así, que fue directamente a ganar otro cetro, asombrando al mundo.¿Quién no celebra el retorno de Schumacher ahora con otros patrones de calibramiento en el mundo de la Fórmula Uno? El alemán, que a última hora, consciente de que su cuello no estaba plenamente recuperado, desistió de reemplazar a Felipe Massa en Ferrari, cuando el brasileño casi pierde la vida éste año, y ha decidido reintegrarse a la competencia, considerando haber conseguido el estado físico ideal para pelear.Se supone, que alguien con el ego de Schumacher, no vuelve a la pista para hacer el ridículo. Él está consciente de lo temible que será Alonso a bordo de un Ferrari formando equipo con Massa, y por supuesto, del mayúsculo reto que plantean Hamilton y Boutton, desde el timón de sus veloces McLaren. Aunque Raikkonen se ha tomado un año sabático, la multiplicidad de inconvenientes que rodearán a Schumi, lo meten en un laberinto de especulaciones, agrandando la expectación.La primera carrera de la temporada del 2010 será en Bahrein el 14 de marzo, y obviamente los ojos del mundo estarán siguiendo las huellas de éste Schumacher que se retiró dominando el escenario, y regresa firmando con Brawn un contrato de tres años por siete millones de euros anuales, sin incluir los patrocinios, que lo llevaron a totalizar más de 70 millones en cada una de sus últimas temporadas.Así que, no hay que perder de vista a quien ha sido considerado el mejor piloto de todos los tiempos, en la toma de este riesgo, haciendo crecer el interés por la Fórmula Uno en el 2010.
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